martes, septiembre 09, 2003

"Según los estereotipos de la sabudiría establecida, cuando la gente se hace
adicta a las drogas se vuelve avariciosa y se obsesiona por el dinero. Pero
en realidad ocurre lo contrario: sólo aquellos que ya de por sí tienden a la
avaricia y a la fascinación por el dinero se toman la droga en serio. El
consumo de heroína es una enfermedad de los que, por naturaleza, encajan
mejor en la sociedad capitalista ?buscavidas, obsesocompulsivos acelerados y
mandones?, pero que quizá se avergüenzan de ello. Decimos que preferimos ser
guays (¿?), pero adoptamos los elementos de esta estética que se pueden
comprar, porque el acto de comprar es algo que somos capaces de entender.
Aunque la droga es, en cierto modo, la adquisición más "enrrollada" que hay,
en último término no deja de ser una compra, y el usuario no es más que un
consumidor. Centrar tu vida en pillar droga no es tan diferente de centrarla
en las compras o los negocios. Misma actividad, estética diferente".

Cómo detener el tiempo. La heroína de la A a la Z Ann Marloew. Anagrama,
1999. ¶ 20:23



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