lunes, mayo 26, 2003
Cuando nos detuvimos sobre cuauhtémoc para decidir a donde iríamos, la verdad es que yo ya estaba harto. Quería irme, llegar al sillón de la sala y acostarme con el control remoto para cambiar de espn a E! Toda la noche, o gran parte de ella supongo. Cuando Lud dijo que el ponía el taxi para movernos al jacalito fue tentador, pero un día antes me había lanxado con Rabín y nos cagó que nos pidieran propina en la entrada, solo por mover la cadena y mejor nos largamos. El día anterior (el viernes), todo fue mas o menos en la misma “frecuencia”, aburrida, triste. De la “fiesta” (a lo largo de la fiesta solo fuimos 4 personas) del amigo de Iván, al alicia y su cartel de surf, con un espectroplasma que tocan chido pero tampoco es para tanto y un lost Acapulco que siguen tocando las mismas rolas que les enseño el Güili (comentario del Sr. Garrido); me sorprende que sigan “prendiendo”, honestamente me importa un carajo. Cuando nos movimos al jacalito en busca de diversión y bellas chicas, el lugar estaba hasta la madre, eso mas la propina, mas el hecho de q Rabín se malviajo porque su banda se desintegro; dio por resultado que el pensar en irse a casa sería lo mejor. En la entrada me encontré a Arturo el de la librería del claustro, me hubiera latido quedarme para platicar con él, en fin. Así que cuando Lud dijo que pagaba el taxi no me anime ( Lud quien por cierto se comió 2 paquetes de 2 hamburguesas en Kelly´s y podías apostar a que si le invitabas un tercer paquete quizá lo aceptaría), Roberto quería lanxarse pero Carlos no, al final acabamos por tomar el metro hospital general.
Nos despedimos en balderas de Roberto y Lud, Carlos vive en el hotel virreyes así q decidimos darnos una vuelta hacia allá (bueno Carlos de cualquier forma hubiese tenido q caerle allí), después del transbordo a la línea 1, nos bajamos en salto del agua, veníamos en el primer vagón. Cuando caminamos por el andén una chica morena con sus audífonos se quedo mirándonos y le sonreí, ella sonrió y se siguió de largo hacia las escaleras para el transbordo a la línea q va a constitución; -ya se hizó- le dije a Carlos y nos apresuramos a alcanzarla.
Tenía propas en mi pantalón sobre la fiesta que voy a hacer el siguiente sábado en el virreyes, la invitamos, platicamos un poquito, seguíamos caminando hacia la otra línea. Entre que se nos enteramos que se llamaba Fabiola, que venía de trabajar, que le gustaba la salsa y que tenía un trasero muy respetable, nos decidimos a dar por satisfechas todas nuestras curiosidades. La dejamos en las escaleras q bajaban a su “metro”, Carlos de inmediato dijo –no mames porq no la llevámos al virreyes ahorita, la pasmos con la llave de mi cuarto-, a final de cuentas no hubo necesidad porq el reven fue de a grapa (ok ok de cooperación voluntaria para el sonido). Que Fabiola dijese que si quería ir, nos animo bastante después de alcanzarla en el anden de la otra línea. Llegamos al lobby del hotel pero todo estaba muerto, por lo menos hasta ese momento no podrías imaginarte cuánta gente habría de llegar y que la fiesta se pondría muuuy chida.
Como “todos” estábamos cansados optamos por ir al cuarto de Carlos a dejar las cosas, ya saben, a darnos un break antes de la fiesta. En el cuarto Fabiola nos dijo que no tenía muchos amigos, q tenía mala suerte con las amigas también, q muchas envidias y no sabía porque (y si le mirabas un rato pensando en esa afirmación saltaba a la vista q envidiar ese cuerpo tan chido de una chavita de 18 años no sería tan difícil). Q si yo hago esto, q si tengo tantos años, así hasta que por alguna razón hablamos de drogas, y pues bueno; -mira que casualidad tengo mi pipa y algo de material-, 3 minutos después fumábamos “copiosamente”, ja. Creo que hay cosas que mas o menos parecen circunstanciales, pero después de un par de días o incluso un par de horas te queda clarísimo que no lo fueron. Ella se ahogo con la pipa (porq tenía mota y no piedra q nos confeso era su “debilidad”), si veías eso, pensarías es q no sabe fumar, pero después de 35 mins y con mucha mas confianza era evidente que ella fumaba con mas conocimiento de causa que yo mismo. Se empezó a malviajar, que sentía bien raro, q luego cerro los ojos y le dije q se acostará, siento que me muero dijó varias veces. Y que porque uds. No sienten lo mismo?, siento q algo “malo” me va a pasar. Carlos también se malviajo, me escribió un par de recaditos para decirme que le daba mala vibra esa vieja, q nos podía traer pedos. Pero bromear un poco nos hizó creer por lo menos en ese momento, q ella estaba jugando.
Carlos dijo que sentía mucho calor, yo me acosté junto a Fabiola, le tocaba el brazo y la miraba sonreír con los ojos aún cerrados. –porque no apagamos la luz?, es q eso hace q de mas calor- y –bueno ahora vamos a acostarnos todos juntos- fueron las palabras de Carlos antes de acostarse, lo demás, marcho bien por un rato. Y es que cuando el fajesito empezó ella gimió bien chido, luego nos agarro las vergas y en ese momento estoy seguro q cualquiera hubiese dado por un hecho que haríamos chillar el colchón con ella. Dijo algo, no estoy muy seguro de q, -no me tengo q ir-, se levanto, se malviajo supongo, y eso a la postre, nos malviajo a todos. La acompañamos al metro, y creo q realmente fuimos buen pedo con ella, quien sabe si la volveremos a ver, por lo menos sé q trabaja en un restaurante california de la colonia Anzures.
De regreso la fiesta en el virreyes ya tenía mucha gente en su interior, chelas, mas toques, encontrarse amigos, ver viejas chidas, del drum n´bass al dub y de allí a la cumbia (cumbia a gogo según el carlos y yo ya estando muy pedos). Nos encontramos a Martignon y nos invito varias caguamas, Luis traía consigo a un “primo” q en varias ocasiones sentí nos estaba tirando la onda a Carlos y a mi. Buena fiesta de eso no cabe duda, y sacamos algo de la nada con esa mujer que conocimos en el metro.
Estas últimas semanas había estado pensando como hacer el site porno q voy a comenzar. La última idea era “porno soft con máscaras de luchadores”, pero ahora estoy convencido de que liguesenelmetro.com.mx podría ser el reality porno que me dé notoriedad.
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Nos despedimos en balderas de Roberto y Lud, Carlos vive en el hotel virreyes así q decidimos darnos una vuelta hacia allá (bueno Carlos de cualquier forma hubiese tenido q caerle allí), después del transbordo a la línea 1, nos bajamos en salto del agua, veníamos en el primer vagón. Cuando caminamos por el andén una chica morena con sus audífonos se quedo mirándonos y le sonreí, ella sonrió y se siguió de largo hacia las escaleras para el transbordo a la línea q va a constitución; -ya se hizó- le dije a Carlos y nos apresuramos a alcanzarla.
Tenía propas en mi pantalón sobre la fiesta que voy a hacer el siguiente sábado en el virreyes, la invitamos, platicamos un poquito, seguíamos caminando hacia la otra línea. Entre que se nos enteramos que se llamaba Fabiola, que venía de trabajar, que le gustaba la salsa y que tenía un trasero muy respetable, nos decidimos a dar por satisfechas todas nuestras curiosidades. La dejamos en las escaleras q bajaban a su “metro”, Carlos de inmediato dijo –no mames porq no la llevámos al virreyes ahorita, la pasmos con la llave de mi cuarto-, a final de cuentas no hubo necesidad porq el reven fue de a grapa (ok ok de cooperación voluntaria para el sonido). Que Fabiola dijese que si quería ir, nos animo bastante después de alcanzarla en el anden de la otra línea. Llegamos al lobby del hotel pero todo estaba muerto, por lo menos hasta ese momento no podrías imaginarte cuánta gente habría de llegar y que la fiesta se pondría muuuy chida.
Como “todos” estábamos cansados optamos por ir al cuarto de Carlos a dejar las cosas, ya saben, a darnos un break antes de la fiesta. En el cuarto Fabiola nos dijo que no tenía muchos amigos, q tenía mala suerte con las amigas también, q muchas envidias y no sabía porque (y si le mirabas un rato pensando en esa afirmación saltaba a la vista q envidiar ese cuerpo tan chido de una chavita de 18 años no sería tan difícil). Q si yo hago esto, q si tengo tantos años, así hasta que por alguna razón hablamos de drogas, y pues bueno; -mira que casualidad tengo mi pipa y algo de material-, 3 minutos después fumábamos “copiosamente”, ja. Creo que hay cosas que mas o menos parecen circunstanciales, pero después de un par de días o incluso un par de horas te queda clarísimo que no lo fueron. Ella se ahogo con la pipa (porq tenía mota y no piedra q nos confeso era su “debilidad”), si veías eso, pensarías es q no sabe fumar, pero después de 35 mins y con mucha mas confianza era evidente que ella fumaba con mas conocimiento de causa que yo mismo. Se empezó a malviajar, que sentía bien raro, q luego cerro los ojos y le dije q se acostará, siento que me muero dijó varias veces. Y que porque uds. No sienten lo mismo?, siento q algo “malo” me va a pasar. Carlos también se malviajo, me escribió un par de recaditos para decirme que le daba mala vibra esa vieja, q nos podía traer pedos. Pero bromear un poco nos hizó creer por lo menos en ese momento, q ella estaba jugando.
Carlos dijo que sentía mucho calor, yo me acosté junto a Fabiola, le tocaba el brazo y la miraba sonreír con los ojos aún cerrados. –porque no apagamos la luz?, es q eso hace q de mas calor- y –bueno ahora vamos a acostarnos todos juntos- fueron las palabras de Carlos antes de acostarse, lo demás, marcho bien por un rato. Y es que cuando el fajesito empezó ella gimió bien chido, luego nos agarro las vergas y en ese momento estoy seguro q cualquiera hubiese dado por un hecho que haríamos chillar el colchón con ella. Dijo algo, no estoy muy seguro de q, -no me tengo q ir-, se levanto, se malviajo supongo, y eso a la postre, nos malviajo a todos. La acompañamos al metro, y creo q realmente fuimos buen pedo con ella, quien sabe si la volveremos a ver, por lo menos sé q trabaja en un restaurante california de la colonia Anzures.
De regreso la fiesta en el virreyes ya tenía mucha gente en su interior, chelas, mas toques, encontrarse amigos, ver viejas chidas, del drum n´bass al dub y de allí a la cumbia (cumbia a gogo según el carlos y yo ya estando muy pedos). Nos encontramos a Martignon y nos invito varias caguamas, Luis traía consigo a un “primo” q en varias ocasiones sentí nos estaba tirando la onda a Carlos y a mi. Buena fiesta de eso no cabe duda, y sacamos algo de la nada con esa mujer que conocimos en el metro.
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