sábado, abril 05, 2003
Leo esa discusión en el vacalacticagroup, eso sobre el rock vs el electrónico; que si el rock tiene 30 años de charlatanerías, que si el electrónico y sus fiestas son todo un “concepto”; que embota, divierte y se convierte en la “experiencia”.
Quizá en estos dos últimos fines de semana por lo menos me ha quedado muy claro que el rock ha salido mucho mejor “parado”. Fui al love parade y posteriormente al technogeist, el love parade como siempre, un desfile de 3 camioncitos, la gente caminando detrás de ellos a ritmo de los Dj´s que van en esos camiones. La gente feliz y prácticamente puedo asegurar es solo el efecto de la música y la caminata rítmica. El love parade esta bien, o por lo menos es entretenido, vamos que es un poco emocionante, pero lo es por la gente que camina a tu lado, por lo que se dice-hace, por las postales que deja para l@s fotograf@s; por ser un buen momento para reclamar sobre los derechos reproductivos, o de autodefinición sexual o para pedir por la paz. Pero la música, mmm, eso es aparte y es algo que te golpea en la cara cuando el love parade termina con la llegada al monumento a la revolución. Y es que se supone que se re-toman los espacios públicos con un festival electrónico, que debiera ser una fiesta, pero como hacer una fiesta con una música tan mala. Y es que este ha sido el peor technogeist, por lo menos del que puedo dar “fe”. No escuché nada que realmente prendiera, muy malas mezclas y la mayoría muy primitivas; secuencias de bytes idénticas dj tras dj, indiferenciadas.
Y Créanme que no fue “prendido” no porque anduviese de mamón, yo hicé mi “esfuerzo” y compré mi tacha versasce y cargue con mi pipa para las combinaciones coca/mota, lo cual estuvo bastante bien, ya que de no haber sido por la tacha seguramente me habría ido a casa antes de que cerraran el metro. Pero me quede, mucho mas tiempo. Que buenas drogas, y que malas “propuestas”. Lo mas “propositivo” fue escuchar dentro de esa vorágine de trance-todos-amamos-a-Oaklenfold, bytes ochenteros dentro de los mismos, tiempos y secuencias primitivas de siempre, 0 variación. El auto dj de musicmatch tiene mucha mayor propensión a ser espontáneo.
El viernes de este fin fui a ver-oir a las gore gore girls, solo había escuchado 6 canciones de ellas, garage de Detroit Michigan. La verdad es que tocan bien, pero eso, tocan bien pero no quiero un disco de ellas, suenan a la prototípica banda de garage gringa, de esas que luego dicen; yo solo trato de tocar rock n´roll, no me preocupa que le llames garage o como quieras. Y en esta “tocada”, el rock comparado con mi experiencia raver de la semana pasada, quedó muy por arriba en sus bonos para conmigo; casi puedo decir (y eso es algo que mejor debiera dejar para el final y, probablemente de alguna manera tendenciosa lo volveré a sacar al final de este “texto”) el rock le dio por el culo al electrónico. Y ya no solo lo digo por el garage-psycho-rockn´roll-allnite-4girls de las gore gore; quienes por momentos sonaban muy bien , pero realmente no era nada muy “original”, lo digo también por el intestino grueso que fue quien abrió. Oír a la banda de M. Calderón 1)me prende, 2)me recuerda que todos podemos hacer letras de canciones, 3)me reafirma que todo pasa por la “actitud”. Me emocionan canciones como – a que juventud tan cotorrona-, -te apuesto todo mi dinero-, -chica moderna-, -niña pedigree- y los covers que se avientan –disco chino (de ana y enrique) –con todos menos conmigo-. Esta última en su versión rock-downtempo-drunkbar. Todo esto me pone del lado del rock, por lo menos por ahora.
Quizá he sido timado en demasiadas ocasiones, así como las drogas la música debe ser etiquetada, para saber que esperar de ella, Así que por ahora prefiero comprimidos puros, con etiqueta detrás del envase.
Lo único electrónico que me late en estos días es el electroclash, porque es “really punk”, mucho mas q el happy punk de guitarritas y niños llorones de los últimos años; por eso son importantes las etiquetas y las disecciones, separar y otras labores sectarias (supongo que es una actitud muy posmoderna la mía). Es importante separarlas para saber si le entras o no, si va contigo o no en ese preciso momento; y lo que va conmigo por lo menos ahora es el punk-rock, punk-polka, punk-electro (electroclash), punk-covers, punk-electrokitsh, punk-garage, punk-tv, punk-pop (power pop).
La última vez que pinche discos, mi selección fue dj Rodríguez, Montefiori, Stereo total, Le hammnond inferno, Arling & Cameron, Ladytron, Fischerspooner, Miss kitten; así que era una especie de lounge-buenpedo-paraestarre-agusto-ymoviendolospiesylacabezaconunacervezaenlamano vs electroclash-muevanesosestoperoles-ysuscortespost-punksdeartistasnihilistas. La semana entrante pincharé discos en el virreyes,electroclas vs psychobilly, a ver que pasa, solo espero que ese día el rock siga sodomizando al electrónico, como lo ha venido haciendo últimamente.
Invito al ( a la) lector@ a que sutituya las palabras “entrecomilladas” por sinónimos y me envíe el resultado.
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Quizá en estos dos últimos fines de semana por lo menos me ha quedado muy claro que el rock ha salido mucho mejor “parado”. Fui al love parade y posteriormente al technogeist, el love parade como siempre, un desfile de 3 camioncitos, la gente caminando detrás de ellos a ritmo de los Dj´s que van en esos camiones. La gente feliz y prácticamente puedo asegurar es solo el efecto de la música y la caminata rítmica. El love parade esta bien, o por lo menos es entretenido, vamos que es un poco emocionante, pero lo es por la gente que camina a tu lado, por lo que se dice-hace, por las postales que deja para l@s fotograf@s; por ser un buen momento para reclamar sobre los derechos reproductivos, o de autodefinición sexual o para pedir por la paz. Pero la música, mmm, eso es aparte y es algo que te golpea en la cara cuando el love parade termina con la llegada al monumento a la revolución. Y es que se supone que se re-toman los espacios públicos con un festival electrónico, que debiera ser una fiesta, pero como hacer una fiesta con una música tan mala. Y es que este ha sido el peor technogeist, por lo menos del que puedo dar “fe”. No escuché nada que realmente prendiera, muy malas mezclas y la mayoría muy primitivas; secuencias de bytes idénticas dj tras dj, indiferenciadas.
Y Créanme que no fue “prendido” no porque anduviese de mamón, yo hicé mi “esfuerzo” y compré mi tacha versasce y cargue con mi pipa para las combinaciones coca/mota, lo cual estuvo bastante bien, ya que de no haber sido por la tacha seguramente me habría ido a casa antes de que cerraran el metro. Pero me quede, mucho mas tiempo. Que buenas drogas, y que malas “propuestas”. Lo mas “propositivo” fue escuchar dentro de esa vorágine de trance-todos-amamos-a-Oaklenfold, bytes ochenteros dentro de los mismos, tiempos y secuencias primitivas de siempre, 0 variación. El auto dj de musicmatch tiene mucha mayor propensión a ser espontáneo.
El viernes de este fin fui a ver-oir a las gore gore girls, solo había escuchado 6 canciones de ellas, garage de Detroit Michigan. La verdad es que tocan bien, pero eso, tocan bien pero no quiero un disco de ellas, suenan a la prototípica banda de garage gringa, de esas que luego dicen; yo solo trato de tocar rock n´roll, no me preocupa que le llames garage o como quieras. Y en esta “tocada”, el rock comparado con mi experiencia raver de la semana pasada, quedó muy por arriba en sus bonos para conmigo; casi puedo decir (y eso es algo que mejor debiera dejar para el final y, probablemente de alguna manera tendenciosa lo volveré a sacar al final de este “texto”) el rock le dio por el culo al electrónico. Y ya no solo lo digo por el garage-psycho-rockn´roll-allnite-4girls de las gore gore; quienes por momentos sonaban muy bien , pero realmente no era nada muy “original”, lo digo también por el intestino grueso que fue quien abrió. Oír a la banda de M. Calderón 1)me prende, 2)me recuerda que todos podemos hacer letras de canciones, 3)me reafirma que todo pasa por la “actitud”. Me emocionan canciones como – a que juventud tan cotorrona-, -te apuesto todo mi dinero-, -chica moderna-, -niña pedigree- y los covers que se avientan –disco chino (de ana y enrique) –con todos menos conmigo-. Esta última en su versión rock-downtempo-drunkbar. Todo esto me pone del lado del rock, por lo menos por ahora.
Quizá he sido timado en demasiadas ocasiones, así como las drogas la música debe ser etiquetada, para saber que esperar de ella, Así que por ahora prefiero comprimidos puros, con etiqueta detrás del envase.
Lo único electrónico que me late en estos días es el electroclash, porque es “really punk”, mucho mas q el happy punk de guitarritas y niños llorones de los últimos años; por eso son importantes las etiquetas y las disecciones, separar y otras labores sectarias (supongo que es una actitud muy posmoderna la mía). Es importante separarlas para saber si le entras o no, si va contigo o no en ese preciso momento; y lo que va conmigo por lo menos ahora es el punk-rock, punk-polka, punk-electro (electroclash), punk-covers, punk-electrokitsh, punk-garage, punk-tv, punk-pop (power pop).
La última vez que pinche discos, mi selección fue dj Rodríguez, Montefiori, Stereo total, Le hammnond inferno, Arling & Cameron, Ladytron, Fischerspooner, Miss kitten; así que era una especie de lounge-buenpedo-paraestarre-agusto-ymoviendolospiesylacabezaconunacervezaenlamano vs electroclash-muevanesosestoperoles-ysuscortespost-punksdeartistasnihilistas. La semana entrante pincharé discos en el virreyes,electroclas vs psychobilly, a ver que pasa, solo espero que ese día el rock siga sodomizando al electrónico, como lo ha venido haciendo últimamente.
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