lunes, diciembre 16, 2002
Al siguiente día del “Ferlinghetti” en bellas artes, los brindis y demás celebraciones, fui con Roberto a la fiesta de una amiga suya, Jos. Me daba mala “espina” esa fiesta, ya antes habíamos ido a una fiesta de ella (cumpleaños de su hermana) en Cuernavaca, cierto es que llegamos como a las 2 de la mañana pero aún así esperábamos mucho mas de esa fiesta q a esa hora solo nos dio para bebernos algo y fumarnos una mota bien pesadota que nos dejo cagados de la risa adentro de una tienda de campaña junto a la alberca. En fin, pero en esa ocasión lo rescatable fue meterse un rato a la alberca y por supuesto el mirar los grandes senos de las hermanas de Jos, Claudia quien para mí es la hermana mas chida y que además esta guapa; y Valeria quien es la mas chavita pero como que tiene algo según dice el Roberto, yo digo q ese algo son sus pechos.
Que por cierto Roberto y yo coincidimos en que la de Valeria es la mejor critica que le han hecho a Roberto por su cortometraje, “nunca había leído tantas groserías juntas, pero así y todo me gusta.... mmmm como recuerdo una... si, hijo de tu puta madre”.
Así y todo fuimos a la fiesta porque dice Roberto que cuando están todos sus friends del CCC echan muy buen desmadre (cosa que no me ha tocado ver), la fiesta como la esperaba con un DJ burguer boy (es q me recordó el disco que alguna vez regalo burguer boy en la compra de hamburguesas te daba un disco para celebrar las posadas con un disquito mega mix pop-salso-ranchero), la fiesta claro que remato con un mariachi y por supuesto que me animo mirar a los violinistas del mariachi totalmente pedos. Mucha bebida eso si, me tome un moradito pero si quería evitar sacar a flote los tacos que nos habíamos comido en Tacuba 2 y media horas antes, tenía que llevármela leve así que me aplique con un montón de chelitas indio hasta que me empede. Y ya antes de estar pedo no podía dejar de mirar a la tal Claudia y a un par que parecían amigas suyas, Roberto intento algo con una narizona compañera suya, regia con un acento horrible que se acentuó cuando se empedo. Yo nunca andaría con una regia, de eso estoy seguro, tengo ciertos principios.
Y se acabo la fiesta, así tan de repente que nos agarro comiendo tostadas y jugando balero, luego a la puerta y a una camioneta de una chava llamada Georgina, fuimos a su casa.
Georgina se veía pedísima cuando estaba en casa de Jos, cuando todos bailaba y yo los miraba sentado con un antifaz del fantasma de la opera y un sombrero rancheron que me había encontrado en donde estaban las bebidas. Resultó que Adriana, la regia estaba mucho mas peda que Georgina y que cualquier otro de nosotros, Georgina invito a todos los expulsados del juego llamado fiesta en casa de Jos, a seguirla en su casa. Y así su camioneta repleta y otros dos coches no menos cargados nos lanxamos primero a un oxxo y luego a casa de la tal Georgi. Adriana venía con nosotros en la camioneta y dijo algo que nunca se me había ocurrido, “vamos a un wal-mart por chelas y a comprar un disco de limite, en mi pueblo abren las 24 horas”, lo que ya se me había ocurrido son los wal-marts que abren las 24 horas, pero eso de andar de pedo (o pachi pedo como estaba yo, por fumar en una salida de la casa de Jos quesque a hablar por teléfono en la que por cierto de regreso Jos le pidió a Roberto, quien estaba tan pacheco como yo, que la ayudara a sacar de su casa a unos chavos que andaban fumando algo bien raro). Pero bueno decía que no se me había ocurrido que estando de “jaleo” entras al super por cerveza y un disco, siempre me imagine que a donde iríamos tendrían su propia música o que por lo menos la del wal-mart no haría mas feliz mi peda. Estoy seguro que esto último lo voy a usar en algún relato, unos weyes que entran pedos a comprar chelas y acaban llevándose además, un par de discos. Lo de casa de Georgina fue para no olvidarse, ya que estuvimos en una “covacha” una especie de granero en donde tenían apilados un chingo de costales de azúcar. Compraron 17 caguamas o algo así, y me imagino que debieron dejar por lo menos 10 en casa de la mujer del granero con costales de azúcar, yo me bebí una chela tecate que me dio Emilio (quien ya pedo me estaba hablando de lo chingón que estaba la referencia de Ferlinghetti a un puto loro que estaba en su hotel, dentro de los poemas que hizó acá en Méx.) yo me fume otro gallo y otro mas mientras un disco bien festivo de música estilo película de Kustourica sonaba en una grabadora que acondicionaron en el granero. Todo mundo feliz bailando, olvidándose del frío, Adriana la narizona regia bailaban consigo misma, pasaron luego a blur, there´s No other way, Vero la chicana gorda que quiere con Roberto flirteando con un amigo de una chava llamada Antonella que me pareció lo mas cool pose que he visto estos días, Georgina y la colombiana moviéndose felices con los tipos esos que Jos dijo que estaban fumando cosas raras, y yo; me quede dormido sobre los costales de azúcar tratando de recordar porque hasta antes de esa fiesta no me gustaba blur.
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Que por cierto Roberto y yo coincidimos en que la de Valeria es la mejor critica que le han hecho a Roberto por su cortometraje, “nunca había leído tantas groserías juntas, pero así y todo me gusta.... mmmm como recuerdo una... si, hijo de tu puta madre”.
Así y todo fuimos a la fiesta porque dice Roberto que cuando están todos sus friends del CCC echan muy buen desmadre (cosa que no me ha tocado ver), la fiesta como la esperaba con un DJ burguer boy (es q me recordó el disco que alguna vez regalo burguer boy en la compra de hamburguesas te daba un disco para celebrar las posadas con un disquito mega mix pop-salso-ranchero), la fiesta claro que remato con un mariachi y por supuesto que me animo mirar a los violinistas del mariachi totalmente pedos. Mucha bebida eso si, me tome un moradito pero si quería evitar sacar a flote los tacos que nos habíamos comido en Tacuba 2 y media horas antes, tenía que llevármela leve así que me aplique con un montón de chelitas indio hasta que me empede. Y ya antes de estar pedo no podía dejar de mirar a la tal Claudia y a un par que parecían amigas suyas, Roberto intento algo con una narizona compañera suya, regia con un acento horrible que se acentuó cuando se empedo. Yo nunca andaría con una regia, de eso estoy seguro, tengo ciertos principios.
Y se acabo la fiesta, así tan de repente que nos agarro comiendo tostadas y jugando balero, luego a la puerta y a una camioneta de una chava llamada Georgina, fuimos a su casa.
Georgina se veía pedísima cuando estaba en casa de Jos, cuando todos bailaba y yo los miraba sentado con un antifaz del fantasma de la opera y un sombrero rancheron que me había encontrado en donde estaban las bebidas. Resultó que Adriana, la regia estaba mucho mas peda que Georgina y que cualquier otro de nosotros, Georgina invito a todos los expulsados del juego llamado fiesta en casa de Jos, a seguirla en su casa. Y así su camioneta repleta y otros dos coches no menos cargados nos lanxamos primero a un oxxo y luego a casa de la tal Georgi. Adriana venía con nosotros en la camioneta y dijo algo que nunca se me había ocurrido, “vamos a un wal-mart por chelas y a comprar un disco de limite, en mi pueblo abren las 24 horas”, lo que ya se me había ocurrido son los wal-marts que abren las 24 horas, pero eso de andar de pedo (o pachi pedo como estaba yo, por fumar en una salida de la casa de Jos quesque a hablar por teléfono en la que por cierto de regreso Jos le pidió a Roberto, quien estaba tan pacheco como yo, que la ayudara a sacar de su casa a unos chavos que andaban fumando algo bien raro). Pero bueno decía que no se me había ocurrido que estando de “jaleo” entras al super por cerveza y un disco, siempre me imagine que a donde iríamos tendrían su propia música o que por lo menos la del wal-mart no haría mas feliz mi peda. Estoy seguro que esto último lo voy a usar en algún relato, unos weyes que entran pedos a comprar chelas y acaban llevándose además, un par de discos. Lo de casa de Georgina fue para no olvidarse, ya que estuvimos en una “covacha” una especie de granero en donde tenían apilados un chingo de costales de azúcar. Compraron 17 caguamas o algo así, y me imagino que debieron dejar por lo menos 10 en casa de la mujer del granero con costales de azúcar, yo me bebí una chela tecate que me dio Emilio (quien ya pedo me estaba hablando de lo chingón que estaba la referencia de Ferlinghetti a un puto loro que estaba en su hotel, dentro de los poemas que hizó acá en Méx.) yo me fume otro gallo y otro mas mientras un disco bien festivo de música estilo película de Kustourica sonaba en una grabadora que acondicionaron en el granero. Todo mundo feliz bailando, olvidándose del frío, Adriana la narizona regia bailaban consigo misma, pasaron luego a blur, there´s No other way, Vero la chicana gorda que quiere con Roberto flirteando con un amigo de una chava llamada Antonella que me pareció lo mas cool pose que he visto estos días, Georgina y la colombiana moviéndose felices con los tipos esos que Jos dijo que estaban fumando cosas raras, y yo; me quede dormido sobre los costales de azúcar tratando de recordar porque hasta antes de esa fiesta no me gustaba blur.
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