martes, agosto 18, 2009

Unknown Pleasures (remastered & expanded) – Joy Division.

La belleza desoladora dentro de una ciudad sin árboles.

Si lo piensas bien, deben ser sorprendentes los únicos dos lp`s que grabó Joy Division para convertirlos en toda una leyenda, por supuesto me vienen a la mente un par de bandas que con un solo disco transformaron la historia contemporánea de la música popular, pero sin duda la atención captada por la banda de Manchester les gana de calle a ésas efimerísimas bandas. Así como dice Peter Saville, diseñador de las portadas de los únicos dos discos de Joy Division, sólo están esos 2 únicos discos (Unknown pleasures y Closer) y lo demás es memorabilia ó nostalgia, yo agregaría también las categorías tributo por un lado, puro y llano negocio por el otro. Es lógico por lo tanto que ésas dos sendas joyas sonoras sean revisitadas, analizadas, desmenuzadas una y otra vez. No es fortuito que últimamente tenga tan presente el Unknown pleasures en éstos días, la reciente muerte de J.G. Ballard es una razón de ello. Me consta que es poco conocida y reconocida la influencia del escritor de la isla de cemento sobre la obra de Joy Division, y es que sin duda la obra Ballardiana al igual que la de William S. Burroughs son motores cruciales para el movimiento post-punk británico dentro del cual Joy Division es uno de sus grandes referentes. Pero es precisamente dentro del Unkown pleasures en dónde se distingue con mayor claridad la belleza dentro de la destrucción y la desolación, el aislamiento y la alienación experimentada por los habitantes de las grandes ciudades, todos ellos temas recurrentes en la obra de J.G. Ballard. Sin duda el referente más obvio son las letras de Ian Curtis, quien sobra decir era un asiduo lector de J.G. , y cuyas letras tienen destellos de referencias directas; es también de recalcar y analizar el sonido futurístico y desolador que impuso el productor Martin Hannett a ése disco, perfecta comparsa para ideas como las ya señaladas; y es que sin duda Martin es otro de los elementos importantísimos para que éste sea uno de los mejores discos de la historia. Martin Hannett quién para ése momento ya había sido productor (bajo el nombre de Martin Zero) de uno de los pocos discos interesantes que dio el punk, el Ep “spiral scratch” de los también manchesterianos Buzzcocks.

Si bien Peter Hook (bajista de Joy Division y por supuesto de New Order) iracundo alega en el documental Joy Division de Grant Lee, “él sólo producía, intervenía cuando lo necesitábamos, pero nosotros escribimos las canciones”, es claro que el papel de Martin Hannett dista mucho de ser secundario, muy por el contrario, brinca desde su consola de productor para que igual que ésos productores jamaicanos que admiraba tanto, hacerse sentir desde la consola como un elemento activo en la creación del disco, incluso en ocasiones ser la quintaesencia del sonido de una banda, no sólo ser quien graba, si bien, no quien compone las canciones, si quien crea el sonido. A diferencia del productor que ha grabado más discos en la historia del Rock , Steve Albini, quien busca capturar el como suena la banda en vivo para llevar ése sonido al disco, a Martin Hannett le importaba poco como sonaran en vivo, él imponía su interpretación de cómo debía sonar la banda con quien trabajaba, y en el caso de Joy Division el optó por un sonido denso, críptico, futurista pero fantasmagórico ó por usar un termino creado por el filósofo Jaques Derrida “espectrológico” (es uno de los últimos conceptos elaborados por el filósofo francés, que encierra la idea de lo fantasmal, de aquello que cobra vida sólo cuando uno lo pone en el tocadiscos, pero que da la sensación de ser obra de alguien que no se encuentra vivo). No por nada en palabras del propio Martin Hannett aparecidas en el ya mencionado documental de Grant Lee, señala sobre Joy Division “eran un regalo para cualquier productor, porque no tenían idea de nada, no se quejaban de nada de lo que les ponía hacer… sobre lo primero que hicimos, creo que se llamaba Digital, cómo mandado del cielo”, ustedes saquen sus conclusiones.

Unknown Pleasures es una paleta de sonidos manipulados en digital, pero de igual forma otros grabados y manipulados analógicamente. Es célebre la imagen que aparece en la película 24 hour party people en la cual desarma la batería de Stephen Morris y lo forza a tocar en el techo del estudio, sobra decir que se remite a lo ocurrido en los estudios Cargo de Rochdale, en dónde sólo grabaron Glass, Atmosphere , Ice Age y Digital para el disco A factory Sample, que mostraba a las bandas que usualmente tocaban en el club manchesteriano llamado the Factory y que eventualmente habría de convertirse en uno de los sellos disqueros más interesantes de su época, en el que por supuesto encontramos el disco que nos ocupa en este artículo. Algo que no relata la película es que al armar la batería en la azotea la ensambla con tubos y otra pedacería del sanitario del estudio. Recuerden que luego tendrá la idea de usar un aerosol en spray (que algunos dicen era un insecticida) para crear el sonido que supuestamente debían producir los platillos en la canción She lost control para la grabación. Así pues en el ámbito de lo analógico tenía creatividad de sobra Hannett. ¿Y en el ámbito digital? Un visionario sin duda. Cómo ya mencioné Hannett admiraba a los Jamaicanos, y nada más jamaicano que el Dub, también resulta curioso para algunos de los fans más jóvenes de Joy Division advertir que en Unknown Pleasures hay una influencia grande de ése género proveniente de Jamaica. No la busquen en los acordes o en los compases, sino en la forma de grabar la batería que la antepone en primer plano sobre todos los demás instrumentos (algo inusual en los discos grabados en gran Bretaña en aquellos días), Unknown Pleasures es un disco rico en ecos y rebotes de sonido y en la mezcla del bajo tal como se hace en el dub. Un de los grandes aportes de Hannett al disco y a la música en general es el uso de las líneas de delay AMS, si me preguntan ¿qué demonios es eso?, sólo decirles que es un aparatejo que permitía capturar el sonido de la batería y después manipularlo mediante diferentes filtros, todo eso le dio un sonido futurístico, extraño, sórdido a la batería de Joy Division, es de remarcarse que ése aparatejo fue construido por un par de ingenieros de Lancashire bajo las instrucciones y deseos de Martin Hannett a quien le fue entregado sólo dos semanas antes de la grabación del Unknown Pleasures, así pues tuvo la oportunidad perfecta de probar ése excelente chunche electrónico. De igual forma los 2 sintetizadores usados en las grabaciones (un Arp omnis y un Transcendent 2000) fueron retocados con las líneas AMS, filtrados y loopeados (el loop es repetir un fragmento de grabación una y otra vez en vez), ése sonido fue sin duda parte esencial del disco.

Por si sobrará un motivo más para sacar desempolvar dicho álbum y colocarlo en el estéreo de la casa o en los audífonos del ipod, el 15 de junio pasado se cumplieron 30 años de la primera ocasión en que salió a la venta dicho LP, considerado por la Q magazine (una de las revas británicas más importantes dentro del mundo de la música alternativa) cómo uno de los 20 mejores discos grabados en la historia de Inglaterra, igual es de señalar la impresionante calificación que la Pitchfork media (una de las principales agecias de critica musical en el mundo) otorga a ése disco 10.0; y es que nada antes de él había sonado de ésa manera, nada antes de él había puesto en la mira al lugar que sobrevivió los bombardeos de la segunda guerra mundial pero que dio a la generación siguiente un paisaje sombrío y triste al norte de Inglaterra, digno de una obra Ballardiana; Unknown pleasures tiene una belleza futurista produnfamente enraízada en las cosas que nos rodean todos los días, los autos olvidados en algún tiradero oxidándose, los multifamiliares inmesamente grises, y sobretodo la gente que los habita, quienes están destinados a convivir con la miseria, lo destartalado, lo alienante, la culpa, el aburrimiento, la inmovilidad, quienes están condicionados geográfica, económica y mentalmente, a un pequeño espacio físico o psicológico. Allí dónde transcurren las cosas de todos los días, hay a quien le da por crear arte con ésos elementos, por sobretodo eso es éste disco, una maldita obra de arte, con todas sus letras.


y acá les dejo el link para que se descarguen èsta version remastered and extended

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